Por Diego Karnoubi
Vuelcos de los días,
ayer soñé sin soñar
decía lo que no había sido
soñé sin soñar, de esos sueños a ojos abiertos llenos de luz de día
sin saber llamé a tu nombre, al verdadero sueño, el desvelo incómodo
mis primeras palabras fueron terminantes, exigentes de mí, necesarias
hoy soñé un sueño esquivo
desperté para esperarlo incierto
debería obligar a mi cuerpo a expulsarte finalmente
en una noche distraído o en una mañana de certera puntería
y después quien sabe, quizás
me busques en un recuerdo arrugado
antes del ocaso del susurro que es tu nombre
cuando el tiempo sean sólo segundos más
previo al atardecer despojado de sonidos que es el mío
para lamentar,
a milímetros del pasado
haber buscado atrapar el aire con mi red de mariposas.