13 de octubre de 2010

Por Diego Karnoubi

Hay ojos en su mirada, tanto como palabras en mis razones de caricia. Había personas en el camino y pasos que perdían la voluntad. Soluciones a infinitos problemas, hubieron soluciones y correcciones a uno o dos específicos. Determinantes silencios, determinadas palabras, afilados pensamientos, personas, y una o dos específicas que no valen la pena en los recuerdos de quien quise ser. Hay presentes y uno en especial, hay memorias y ninguna en mi cabeza. Hay personas que perdieron su nombre tanto como nombres que perdieron su sentido. Hay amor abandonado, pretendido, pero también hay del amor nuevo con sonrisas y todo. Estamos todos, o sea, los que llegamos hasta este día. De ahí estamos todos aunque alguno quisiera haber llegado diferente, como de perfil, tal vez esquivando al destino. Pero llegando al hoy, que es hoy por tan poco tiempo como efímero y pasante, me confieso a tus pies de mis cienmil silencios y decidido a nombrarlos de a uno tal vez deba empezar por callar.