30 de julio de 2011

... que sos

Por Diego Karnoubi

Cuando te diga que sos del amor el mismo centro, en donde giro en mi avería permanente para sanar mi crónica fatiga de las cosas. Casi imperceptible me rodean tu sonrisa, tu ilusión y la alegría permanente que se percibe a cienmil kilómetros; y me acarician, suave, como si fuera natural aquello que no existía, como si al mundo hubiera nacido cubierto de cosas lindas, de colores brillantes y árboles inmensos protegiendo el camino. Parece natural aquello que nace en tu cordura, lo que nunca fue mío pero hoy sugiere el camino. Cuando te diga que sos del amor el lugar al que pertenezco no te alarmes, no hay manera de sufrirlo, instalado en el centro de la vida puede olvidarse el destino, el color y la importancia de las cosas, pero allí estaremos, cubiertos de tiempo compartido, en tus brazos resucitado, una sonrisa, en tus pasos aguardando, en tus abrazos que construyen, al fin y al cabo, aquello que entre mis manos sólo fueran posibles rasgos de una realidad agotada.

25 de julio de 2011

Previsión y conciencia

Por Diego Karnoubi

Antes que la muerte veré mi vida, y antes que el destino estarás vos, como invitada al final de mi camino salvando mi alma del profundo olvido en el que he caído al esperar los abrazos perdidos. Antes que el silencio estará tu vos para llamarme, recordar que aún no me he ido, que hay una o dos chances más antes de la desazón; que habrá sonrisas, muchas sonrisas y todas tuyas, muchas miradas en tu mirada, único indicio de algún rastro de mi vida. Serás todo porque yo nada he sido, serás vida para recobrarme de su muerte, serás mundo para encontrar mi casa; y silencio para regalarme tus latidos en la noche única de tu amor sincero que atraviesa mi pecho como una jabalina, a través de mi carne, devolviéndome el sentido de las cosas justo a tiempo y antes de cumplir con lo acordado, antes de saber que Dios cumpliría con su parte. Porque aquí estás, unos minutos después de lo previsto. Unos segundos antes de lo pactado.