Por Diego Karnoubi
Condenado a la deriva, adonde la libertad se enfoca en nuevo encierro y toda nueva batalla es parte de la injusticia. Abocado a perdonar el infortunio y la desidia, desplazado hacia el costado, observándome bracear cada intento en cada sonrisa. Ser libre de poderes que no valen más que una mentira. Y el premio de los cientos de cuerpos desnudos frente a mi, todos esperando algo, todos tironeando, creyendo que por su presa justifican la existencia. A veces libertad es encerrarse en jaula grande y soñar con la victoria que te olvida en algún bronce.
Cuando sólo te pedía la palabra, que me escuches un instante, que te des cuenta que no voy a volver.
31 de octubre de 2014
29 de octubre de 2014
Y la luz
Por Diego Karnoubi
Ojalá que esté malentendido, ojalá,
que no seas lo que se acurruca sólo en días de frío,
que la carne no valga más que la sonrisa,
pues el dolor no se olvida, nos recuerda que dolemos...
que no sean tus palabras las livianas,
que no vuelen con un viento, que no caigan,
que el injusto no te compre con sus dientes,
que el injusto no se iguale en mi camino ni en tu vientre;
que no olvides el sendero para cuando estés perdida,
que no olvides lo que dije, pues sabrás que no mentía,
y que el día que en mí seques no haya humedad posible;
yo esperé en ese cantero más tiempo del que se espera...
no te olvides que es de noche y aún miro hacia la puerta,
que de pronto me resultes una extraña idea absurda,
que el reloj de mis pasados no te espere entre hojas mustias,
y de tanto tiempo oculto creíste que no existía,
ojalá que no te olvides las sonrisas que inventaba,
ni el esfuerzo peregrino de esconderme bajo tierra
y que cada letra escrita se derrita desalmada,
y que vuelvas al olvido, y que yo vuelva al ocaso,
que se borren las razones de estas letras; de mis pasos,
se oscurezcan los colores, se perdonen los sonidos,
y la luz se muera...
y la nada misma...
en este instante
quisiera.
Ojalá que esté malentendido, ojalá,
que no seas lo que se acurruca sólo en días de frío,
que la carne no valga más que la sonrisa,
pues el dolor no se olvida, nos recuerda que dolemos...
que no sean tus palabras las livianas,
que no vuelen con un viento, que no caigan,
que el injusto no te compre con sus dientes,
que el injusto no se iguale en mi camino ni en tu vientre;
que no olvides el sendero para cuando estés perdida,
que no olvides lo que dije, pues sabrás que no mentía,
y que el día que en mí seques no haya humedad posible;
yo esperé en ese cantero más tiempo del que se espera...
no te olvides que es de noche y aún miro hacia la puerta,
que de pronto me resultes una extraña idea absurda,
que el reloj de mis pasados no te espere entre hojas mustias,
y de tanto tiempo oculto creíste que no existía,
ojalá que no te olvides las sonrisas que inventaba,
ni el esfuerzo peregrino de esconderme bajo tierra
y que cada letra escrita se derrita desalmada,
y que vuelvas al olvido, y que yo vuelva al ocaso,
que se borren las razones de estas letras; de mis pasos,
se oscurezcan los colores, se perdonen los sonidos,
y la luz se muera...
y la nada misma...
en este instante
quisiera.
Táctica y estrategia (de Mario Benedetti)
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
Mario Benedetti
Uruguay 1920-2009
19 de octubre de 2014
De alguna manera
Por Diego Karnoubi
De alguna manera hay momentos que te muestran partes diferentes, un lado oculto, un lugar oscurecido por nuestra sombra. Cada tanto viene un olor, un sentido, una revelación. No llega a ser un segundo, como el de recién, tan libre y apurado por volver al silencio. Es posible que algo haya visto allí, y allí estaba yo enroscado en un recuerdo y sin querer soltarlo aún sabiendo que el recuerdo no tiene memoria de mí. Son partes de la vida partida, desprendimientos del andar, cáscara seca, corteza de los días que ya sin vida va a estar allí cubriéndonos, mostrándose, recordándonos lo que ya dejamos de ser.
14 de octubre de 2014
Por Diego Karnoubi
A veces, cada tanto, me pregunto cosas,
como en qué momento
me pregunto por qué motivos
cuántos colores me faltaron usar
me pregunto, a veces, me pregunto cuando puedo preguntarte
de trazos y líneas curvas,
si fue la paleta que elegí para contarte
la intención, el estilo o la prosa;
me pregunto y seguiría, aún sin tardanzas te diría preguntando,
que podría haber esperado o cuanto tiempo se habría de aguardar
poco corazón o con poca sangre, quizás tanta razón o sinsentido,
te perdí una vez de tarde, te vi perderte en tus ojos, te vi, perderte, de tarde
fue entre Agosto y algún Noviembre, justo estabas de costado a mi vida
fue posible que te frustre mi ignorancia
se aguantar la respiración bajo el agua,
pero no sé aguantar la presión al aire libre;
quisiera saber, quisiera encontrar, quisiera perder,
cuando de tanto en tanto sale el sol brillan tus ojos
cuando tus ojos eran parte del inventario del futuro
pues quisiera verte nacer antes del alba
antes que muera mi razón, sin corazón, ya sin palabras.
A veces, cada tanto, me pregunto cosas,
como en qué momento
me pregunto por qué motivos
cuántos colores me faltaron usar
me pregunto, a veces, me pregunto cuando puedo preguntarte
de trazos y líneas curvas,
si fue la paleta que elegí para contarte
la intención, el estilo o la prosa;
me pregunto y seguiría, aún sin tardanzas te diría preguntando,
que podría haber esperado o cuanto tiempo se habría de aguardar
poco corazón o con poca sangre, quizás tanta razón o sinsentido,
te perdí una vez de tarde, te vi perderte en tus ojos, te vi, perderte, de tarde
fue entre Agosto y algún Noviembre, justo estabas de costado a mi vida
fue posible que te frustre mi ignorancia
se aguantar la respiración bajo el agua,
pero no sé aguantar la presión al aire libre;
quisiera saber, quisiera encontrar, quisiera perder,
cuando de tanto en tanto sale el sol brillan tus ojos
cuando tus ojos eran parte del inventario del futuro
pues quisiera verte nacer antes del alba
antes que muera mi razón, sin corazón, ya sin palabras.
10 de octubre de 2014
Por Diego Karnoubi
Irreparable
tu cara que es irreparable en mí
no se despega no se rasca no se pudre no se nada
que es también tu cuerpo, irreparable
como el aliento de la mañana, no se arranca
no se desprende tu idea congelada de pretensiones
se seca mi voluntad pero nada en vos, se seca
el otoño de tus palabras no se barre
el oprobio divulgado boca en boca de estar desorientado,
pues sobre mis manos el aire es sucio, incendia, ceniza,
o tal vez son del pasado y ya sin manos yo deambulo,
pues lo que vieran mis ojos y lo que fueron se archiva
y te veo a trasluz en la deriva de estos ojos, te digo
masticando pequeñitos días atrás, te digo
irreparable, astillado, educado y mediocre... en el mismo espacio, justo allí
Irreparable
tu cara que es irreparable en mí
no se despega no se rasca no se pudre no se nada
que es también tu cuerpo, irreparable
como el aliento de la mañana, no se arranca
no se desprende tu idea congelada de pretensiones
se seca mi voluntad pero nada en vos, se seca
el otoño de tus palabras no se barre
el oprobio divulgado boca en boca de estar desorientado,
pues sobre mis manos el aire es sucio, incendia, ceniza,
o tal vez son del pasado y ya sin manos yo deambulo,
pues lo que vieran mis ojos y lo que fueron se archiva
y te veo a trasluz en la deriva de estos ojos, te digo
masticando pequeñitos días atrás, te digo
irreparable, astillado, educado y mediocre... en el mismo espacio, justo allí
3 de octubre de 2014
Cambios
Por Diego Karnoubi
Cambios en el estrado y en la sutil división de los destinos
nuestros, juntos, que lo fueron y hoy es "mi"
tal cual lo dijeras y yo lo pensara
lo dije también
devengo
Aquí estoy subido a esta tabla, declarando las partes
yo aseguro creer lo que dijiste, te creo
de tu boca adonde surgen
palabras sueltas
detengo
Nos vimos en el paisaje, hoy no te veo
nuestros en vos parece diferente
una vez lo pensé y lo decía
fue una idea linda
lo fue
Cambios en el estrado y en la sutil división de los destinos
nuestros, juntos, que lo fueron y hoy es "mi"
tal cual lo dijeras y yo lo pensara
lo dije también
devengo
Aquí estoy subido a esta tabla, declarando las partes
yo aseguro creer lo que dijiste, te creo
de tu boca adonde surgen
palabras sueltas
detengo
Nos vimos en el paisaje, hoy no te veo
nuestros en vos parece diferente
una vez lo pensé y lo decía
fue una idea linda
lo fue
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