10 de octubre de 2014

Por Diego Karnoubi


Irreparable
         tu cara que es irreparable en mí
no se despega no se rasca no se pudre no se nada
   que es también tu cuerpo, irreparable
         como el aliento de la mañana, no se arranca
no se desprende tu idea congelada de pretensiones
   se seca mi voluntad pero nada en vos, se seca

   el otoño de tus palabras no se barre
el oprobio divulgado boca en boca de estar desorientado,
        pues sobre mis manos el aire es sucio, incendia, ceniza,
   o tal vez son del pasado y ya sin manos yo deambulo,
pues lo que vieran mis ojos y lo que fueron se archiva
        y te veo a trasluz en la deriva de estos ojos, te digo
masticando pequeñitos días atrás, te digo

irreparable, astillado,  educado y mediocre... en el mismo espacio, justo allí