2 de octubre de 2012

Mucho más grave (de Mario Benedetti)



Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo 
y eso en verdad no es nada extraordinario 
vos lo sabés tan objetivamente como yo.


Sin embargo hay algo que quisiera aclararte
cuando digo todas las parcelas
no me refiero sólo a esto de ahora 
a esto de esperarte y aleluya encontrarte 
y carajo perderte 
y volver a encontrar 

y ojalá nada más.


No me refiero sólo a que de pronto digas 
voy a llorar 
y yo con un discreto nudo en la garganta: 
bueno llorá 
y que un lindo aguacero invisible nos ampare 
y quizá por eso salga enseguida el sol.


Ni me refiero sólo a que día tras día 
aumente el stock de nuestras pequeñas 
y decisivas complicidades 
o que yo pueda o creerme que puedo 
convertir mis reveses en victorias 
o me hagas el tierno regalo 
de tu más reciente desesperación.


No 
la cosa es muchísimo más grave 
cuando digo todas la parcelas 
quiero decir que además de ese dulce cataclismo 
también estas rescribiendo mi infancia 
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes 
y los solemnes adultos las celebran 
y vos en cambio sabés que eso no sirve



quiero decir que estás rearmando mi adolescencia 
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos 
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo 
mi germen de alegría y regalarlo mirándolo


quiero decir que estás sucumbiendo mi juventud 
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos 
esa sombra que nadie arrimó a su sombra 
y vos en cambio sabés estremecerla 
hasta que empiecen a caer las hojas secas 
y quede la armazón de mi verdad sin proezas



quiero decir que estás abrazando mi madurez 
esta mezcla de estupor y experiencia 
este extraño confín de angustia y nieve 
esta bujía que ilumina la muerte 
este precipicio de la pobre vida.


Como ves es más grave 
muchísimo más grave 
porque con éstas o con otras palabras 
quiero decir que no sos tan sólo 
la querida muchacha que sos 
sino también las espléndidas 

o cautelosas mujeres 

que quise o quiero 
porque gracias a vos he descubierto 
(dirás ya era hora

y con razón) 
que el amor es una bahía linda y generosa 
que se ilumina y se oscurece 
según venga la vida 
una bahía donde los barcos 
llegan y se van 
llegan con pájaros y augurios 
y se van con sirenas y nubarrones.


Una bahía linda y generosa 
donde los barcos llegan 
y se van 
pero vos 
por favor 
no te vayas. 



Mario Benedetti

Poeta Uruguayo