No me interesa lo que digan sus voces, no escucho su canto, no leo sus letras y mucho menos viviré sus realidades. No hablaré en su idioma ni jugaré sus juegos. No pasearé por sus jardines ni pensaré en sus pensamientos. No les contaré mis sonrisas ni sabrán de mis lágrimas. No seremos amigos ni enemigos, no nos miraremos a los ojos. No compartiremos una noche de recuerdos ni proyectaremos un futuro parecido. No seré yo quien los llame y descolgaré el teléfono para que nadie lo haga. No les mandaré mensajes. No pensaré más que en decir estas palabras y todo lo que no haría. Porque esta es la última vez que les dedique alguna letra. Ya nada pretendo... y hasta en eso presiento la distancia de sus actos.
La última vez... de aquí en más... diferente.
