8 de marzo de 2012

Entre la suerte y la aceptación

Por Diego Karnoubi

Descubrir, abrir el espacio, despejar el aire para encontrar las verdaderas formas de los cuerpos. Hay momentos, segundos adonde uno despierta del letargo de una voluntad estirada y esforzada por explicar nuestra propia debilidad. Algunos días adonde entendemos una mirada más, una frase inconclusa, una explicación a medias de cosas que nunca habrán de suceder. A veces las palabras no son suficientes para contar el desvío. Quien sabe si la intuición alcanzará a cubrir en el estrado los pormenores de la fábula del que ignora todo menos su propia irrelevancia. Quizás todavía quede algo crédulo en alguna parte de mi cuerpo, quizás todavía espere compasión. Quizás me quede espacio o aire para atragantarme de aquello que en otras vidas hubiera sido irrespirable. Es posible que esté esperando algo, posible que vuelva a caer en la desidia o el cansancio, posible que mis músculos sigan latiendo... o no.