1 de septiembre de 2011

Una parte de la verdad

Decir una verdad parcializada, seleccionar que parte de lo que sabemos de otro divulgaremos al mundo con la única finalidad de sacar beneficio propio traicionando la confianza de quienes delegaron en nosotros palabras temerosas, no hacen más que confirmar que parte de esta humanidad es muy poco confiable, y otra parte similar excesivamente crédula. A qué lado pertenecemos de la moneda? Esa verdad aún no fue dicha y suele reposar en la conciencia inequívoca que como un juez sin estrado golpea con su martillo nuestros días destrozando el sistema nervioso y llenando de culpa al culpable, y de dolor al padeciente de su incapacidad de discernir entre el bien y el mal.