12 de septiembre de 2010

Humanidad comprometida

Por Diego Karnoubi

De los quintos del fin de la parte de algún dicho disimulado en justificar quien sabe que cosa que uno no querría que nadie sepa y sin embargo lo escupimos como idiotas al momento de la imprudencia, pero imprudencia voluntaria al fin para quedar desnudos ante el público atónito que también disimula sus obscuros señalando al culpable de las culpas que en nada se parecen a la máscara que usan para ocultar sus intenciones. Por qué será que esta vez no hablamos de razones ni de esperanzas. Por que harto de escucharlos regodearse de morales inventadas para un mártir, no hacen más que embarrarse en el lodazal de sus culpas lavadas de tanto ser ignoradas. Al fin llegaremos al mismo sitio, emparejados de humanidad y buenas intenciones, escondidos tras bambalinas para que nos escuchen sólo en parte. Y seremos tan humanos como sinceros... pero sólo a la hora del silencio.




6 de septiembre de 2010

Soy

Por Diego Karnoubi


Soy, después de la verdad; y seguiré siendo aún a través de la mentira. Nadie podrá detenerme, aún muerto podría ser sin que casi nadie lo note. Oscurecido o escondido en estas palabras puede que me esté convirtiendo en sigiloso traidor del silencio que cubrió mi cuerpo mientras duró el pánico, el terror de las historias inventadas, de las personas carentes de futuro pero aún más de voluntad. Sigo siendo y no salgo del asombro, sigo siendo sin querer detenerme. Tal vez por incapaz, tal vez por ansias, tal vez por cien tal veces de los motivos más extraños no consigo dejar de intentar perder a quien yo fuera para encontrarme desnudo y sin conciencia de pasado. Soy, y seguiré siendo más allá y aún después de su intento por aplastarme. Ya nada podrá detenerme, ni siquiera el pasado, ni siquiera la muerte. Ya he abierto la boca una vez y lo haré mil veces más. Después de todo, durante todo, antes que el tiempo transcurra. Soy.