18 de mayo de 2015

Librerías

Aquí abajo paso el listado de algunas librerías de adonde se puede conseguir el libro. Si no otro modo es contactarse a través de un mensaje o a través de Facebook y yo me encargo que el libro llegue a cualquier lugar:


Galerna
Uruguay 1049. Barrio Norte. CABA, Argentina

Galerna
Avenida Cabildo 1850. Belgrano. CABA, Argentina

Galerna
Hipólito Irigoyen 1719. Mar del Plata, Argentina

Galerna
Shopping La Anónima. Neuquén, Argentina

La Libre
Bolívar 646. San Telmo. CABA, Argentina

Hernández
Av. Corrientes 1436. Centro. CABA, Argentina

Del Anticuario
Junín 1270. Barrio Norte. CABA, Argentina

Crak – up
Costa Rica 4767. Palermo Soho. CABA, Argentina

García Cambeiro
Pasaje Gallegos 3570. Boedo. CABA, Argentina

Menéndez
Paraguay 431. Centro. CABA, Argentina

Boutique del Libro
Arenales 2048. Martínez. Buenos Aires, Argentina


15 de mayo de 2015

Nota en Revista Ñ


Muchas gracias a la gente de revista Ñ de Clarín por la nota de hoy. Con lo difícil que es llegar a la gente con la poesía, haberme dado un espacio así es algo que me llenó de alegría.


Revista Ñ
Publicada el 15 de Mayo de 2015





11 de mayo de 2015

Por Diego Karnoubi


Podrá ser que hoy, como un arbitrario punto de inflexión cada cosa cambie de lugar y todo se vea diferente. De pronto las caras cambiando un gesto, los lugares cercanos más lejos y los distantes más allá. Entonces, siendo todo diferente algo en mí se desharía y caería en ese abismo de mezclas de cosas sinsentido justificadas por la memoria de lo que fueran. Sin testigo de sus formas ni pasado al que aferrarse nada sería, ni yo ni el mundo ni nada. Hay momentos de silencio absoluto, de calma impensada, de sueños distintos. Días porque sí, otros voluntarios, algunos arbitrarios. Antes y despueses. Hay un hoy ya mismo, urgente que se mueve sin cesar. Y también este momento exacto, ajustado, que simplemente porque sí habrá de cambiar cada cosa y cada cosa dejará de ser. Punto de inflexión decía. Hora de apostar.









2 de mayo de 2015

Quince minutos

Por Diego Karnoubi


En un cuarto de hora se apagarán tus caricias raspadas aquí,
será dentro de un rato que no es ahora y que nunca será ahora;
después, quince minutos tal vez contando a partir de... ya...
cada vez es ya, cada vez que te leo es ya, cuando te nombre te recuerdo o te hablo es... ya...
cuarto de hora hacia el futuro, el olvido, el desapego, es ya

tres de cinco minutos durante toda mi vida consciente,
he decidido hacerlo en aquel momento preciso
y cada vez que te vea comenzará la cuenta regresiva
hacia saber que ya no te siento, a partir de ahora o en quince minutos perdidos.