11 de mayo de 2015

Por Diego Karnoubi


Podrá ser que hoy, como un arbitrario punto de inflexión cada cosa cambie de lugar y todo se vea diferente. De pronto las caras cambiando un gesto, los lugares cercanos más lejos y los distantes más allá. Entonces, siendo todo diferente algo en mí se desharía y caería en ese abismo de mezclas de cosas sinsentido justificadas por la memoria de lo que fueran. Sin testigo de sus formas ni pasado al que aferrarse nada sería, ni yo ni el mundo ni nada. Hay momentos de silencio absoluto, de calma impensada, de sueños distintos. Días porque sí, otros voluntarios, algunos arbitrarios. Antes y despueses. Hay un hoy ya mismo, urgente que se mueve sin cesar. Y también este momento exacto, ajustado, que simplemente porque sí habrá de cambiar cada cosa y cada cosa dejará de ser. Punto de inflexión decía. Hora de apostar.