Y después,
cuando las miradas se lavan,
cuando un domingo se llueve,
cuando una mueca de alegría dura menos que el trayecto que nos une;
después cuando hay nostalgia,
después cuando el recuerdo,
posterior a todo, alcanzaría?
Porque el tiempo mata pero no borra,
ni la próxima sonrisa olvida,
ni pasados ausentes, ni presentes abyectos,
ni siquiera los futuros que con colores se aproximan.
Y lo sé, en la siguiente alegría todavía estarás debatiendo permanencia en mi silencio.