28 de febrero de 2011

Dormida

Dormida, en la discordia del mundo, bajo el crepúsculo te acaricia el silencio como en tus mejillas yo quisiera, o quisiera de tus rasgos floridos el color propio de tus labios o el sonido que te recuerde en el instante, este mismo instante y para siempre o por lo eterno. Pidiera, si pudiera pedir o alguien lo hiciera por mí, por puro hedonismo lo digo, por pura supervivencia tu vos se escuche suave pero cerca conociéndome de abrazos y besos y sueños como este que te veo soñar mas no accedo, nadie podría, pero yo quisiera. Mientras en vos la noche no deja recuerdos, en mí tu muda me deja atontado, devenido en alabanzas y paciencias y sueños tuyos inventados por mis ganas. Pero espero, sin saber la verdad espero, viéndote dormir el sueño que me esquiva te espero impaciente desterrando un imposible. Y amaneciendo las lunas pasadas me verás despertar de una noche entre tus ojos lindos y mi débil elocuencia. Porque tanto digo, te digo cuando duermes y al verte de nuevo vestida en tu sonrisa sólo consigno contemplación. Por eso dormida, abotonado a la noche que sujeta incansable. Por eso esto que digo, por eso sólo podrás escucharlo mientras la noche o el silencio, también podría haber sido pero sólo me atrevo a pretender, si pudiera, el lado lindo de tus sueños.
Alguien, tal vez alguien pueda,
o quizás sólo intente o logre explicarse,
del trepanar la tierra seca para escapar del lodo,
del agua imaginada que sólo existe en sus miedos.

16 de febrero de 2011

Esperar y pasar

No será, pues porque no quiero que sea,
o porque sencillamente hay cosas que suceden,
y otras que...

será entonces, otra cosa podría ser, incólume,
intacta cosa que esperaba cuando aquel día;
las veces que espero...

como renovada, conmovida por la luz,
en abstracción al entorno, convexa y de espalda,
como una idea pulida...

y lo que no fue porque no quise pasó,
mas de lo que vino de tan impecable poco queda;
las ideas y las cosas que no esperaba...

el intenso brillo acechando
el hacha quebrando la raíz de mi suerte,
la corteza resecada por el papel mojado...

por suerte pasó, esa vida, esas horas y una muerte mía,
pasó el final y otro principio, pasaron,
mas cuando vuelva a la muerte recurrente...

pasar será pasar y si tocara quedarse,
que alegría cuando todo pase, incluso el futuro,
para seguir contando los finales y el único principio...

al final del único camino mío deletreando tu mirada desaparecida.

3 de febrero de 2011

Poesía (En el transcurso)

Y cuando haya pasado
cuando todo haya pasado inclusive
haya pasado y tu alegría
y tus ojos hayan pasado
entonces detrás de las cosas
pediré que vuelvas.

2 de febrero de 2011

Verdad inconfundible

Me pregunto cual de todas las verdades es verdad, si la verdad que creyeron los demás, si la verdad que aún considero cierta, o si alguna otra verdad que osadamente personas muy jugadas se atreven a creer. No es mi caso, yo sé que mi verdad es muy cierta por más que haya quienes supongan ignorarla, y no voy a negar que para creerla primero tuve que pasar por largos períodos de desconfianza en otros y diferentes sitios. Confieso, y lo confieso de corazón, que hubieron tiempos en donde mi realidad parecía ser la realidad de otro, no mía, no real y casi increíble. Fueron momentos de zozobra, vacío, de espacio a llenar con hechos fantásticos. Fue cuando el tiempo empezó a correr, cuando me transformé lentamente, como en Metamorfosis, en una especie de incierto ser que ni siquiera sabía el final de la mutación, el destino o conclusión de la humanidad girada hacia... y ni siquiera la dirección "hacia" podría describirse. Más adelante me daría cuenta que nunca se detendría, no cuando empecé a ver los colores, no cuando empecé a sentir sus miradas ni cuando al acercarme a la gente descubría que podía sentir sus temores; pero ese descubrimiento vino mucho después y no estoy interesado en hablar demasiado de ello. Tampoco sé bien si estoy interesado en explicar otras tantas cosas. A veces ni siquiera puedo precisar cual fue mi vida, a quien corresponde mi mirada perdida, a quien el exceso de falta de memoria, a quien el temblor de manos y a quien los setecientos ojos que me salieron en todo el cuerpo. A alguien habré de vigilar, quizás, alguien me habrá perseguido alguna vez. O será que quisiera evitar que otros me vean antes. Tal vez, tal vez, tal vez. Mutando, encerrado, temeroso del mundo. Cual será la verdad si no es la mía. Pobres aquellas personas que la ignoren o ignoren la propia. Cual será la verdad si no es la de ellos... no habrá; ninguna será. Mientras tanto sigo girando, cambiando, mudando pieles en amasado amorfo. Soy yo hasta que no sea y los ojos superen mi cuerpo en una única mirada, en un único ojo como esos insectos molestos que sobrevuelan distantes, que esquivan manos papeles zapatos. Cuando todo se vea, cuando nada se oculte, cuando ya nada sea verdad. No mi verdad. No la verdad de ellos.