30 de julio de 2011

... que sos

Por Diego Karnoubi

Cuando te diga que sos del amor el mismo centro, en donde giro en mi avería permanente para sanar mi crónica fatiga de las cosas. Casi imperceptible me rodean tu sonrisa, tu ilusión y la alegría permanente que se percibe a cienmil kilómetros; y me acarician, suave, como si fuera natural aquello que no existía, como si al mundo hubiera nacido cubierto de cosas lindas, de colores brillantes y árboles inmensos protegiendo el camino. Parece natural aquello que nace en tu cordura, lo que nunca fue mío pero hoy sugiere el camino. Cuando te diga que sos del amor el lugar al que pertenezco no te alarmes, no hay manera de sufrirlo, instalado en el centro de la vida puede olvidarse el destino, el color y la importancia de las cosas, pero allí estaremos, cubiertos de tiempo compartido, en tus brazos resucitado, una sonrisa, en tus pasos aguardando, en tus abrazos que construyen, al fin y al cabo, aquello que entre mis manos sólo fueran posibles rasgos de una realidad agotada.