24 de septiembre de 2016

El resto

Por Diego Karnoubi


Cuatro nombres tuve, todos tapados por la sombra avergonzada de aquellos que señalaban mi ausencia con descaro. Vos estabas allí observando mi color gris, jugando a ser rebelde entre aquello que nunca sabría rebelarse. Y fue así que enmarcaste la comodidad pintada de tinta fantasía, y como si nada hubiera pasado sonreíste porvenires. Mientras tanto ya no te espero, y lo malo es que no molesta. El conflicto está en el resto de las cosas, esto de no esperar de nadie más que el olvido hasta que el tiempo me gaste por completo, a mi y a todo. El resto me rodea, y así hasta el final.