Por Diego Karnoubi
Placebo del que escucha y encierra el motivo,
quizás intuye las palabras en lenguaje, y suena
la melodía que arrancaste, que partiste, la idea de volverte,
y que sangre lo que deba o tal vez muera el esperante;
y aún al nombrarte sin alma espero una botella, flotando,
la cabeza en balde con hielo, sogas me arrancan del sueño profundo,
ratas amigas caminando junto y dentro de mis ojos, suaves, gorditas, huyentes,
ratas lindas menos una,
más cuerdas y temerosas,
saben de quien escapan, a la vez, no saben alejarse.