13 de octubre de 2015

Perseverantes

Por Diego Karnoubi


Es tan silencio el silencio, a veces, que de a tantos pasos preferiría dejar de ser lo que fuera para empezar a ser lo que alguna vez hubiese preferido. En definitiva cuando las palabras no sobraban parecía alcanzar con la sonrisa. Y aquí y ahora, aterrizando en pasturas gris plata, lo fértil del esfuerzo sólo cumple la función de percutor del orgullo de saberse resistente a la extinción de los perseverantes.