30 de septiembre de 2014

Por Diego Karnoubi


Después, cuando silencio no llame o la costa del puerto inexplicable haga temblar las ambiciones que eran parte de tu sueño, habrás de descubrir que no todos fueron olvidados, que no todos estuvieron ausentes, que quizás en el hueco inmenso del presente no sea tan hueco ni tan presente.